+ La familia del
futbol se encuentra de luto
Hoy por la mañana,
Don Arturo Yamasaki Maldonado, ex árbitro y quien fuera Presidente de la
Comisión de Árbitros de la Federación Mexicana de Fútbol, falleció a sus 84
años de edad.
Sin duda, fue uno de
los hombres que más legado dejó al arbitraje en México. Sus años impartiendo
justicia dentro del campo y toda una vida dedicada al mundo de las reglas del
juego, serán recordados por todos los amantes del balompié.
Don Arturo, peruano
de nacimiento y mexicano de corazón, fue uno de los hombres más emblemáticos
del arbitraje mundial en las últimas décadas; nadie como él para adentrarse en
el polémico y debatido tema de las normas que rigen el balompié dentro de la
alfombra verde.
Don Arturo, o el
Chino, como le llamaban sus amigos, fue un personaje único, un líder mundial
deportivo que desde que nació destiló una calidad humana inigualable.
Como árbitro, siempre
disfrutó su profesión desde que inició su carrera y hasta que dio el silbatazo
final que lo retiró de las canchas.
Joseph Blatter,
Presidente de la FIFA, en alguna ocasión habló de él, refiriéndose así:
"Yamasaki es un hombre de toda entrega, persona de vasta experiencia como
árbitro internacional y referente en la historia del arbitraje mundial".
En su momento, Don
Arturo Yamasaki fue considerado como uno de los mejores árbitros del mundo y la
FIFA lo reconoció con la insignia Special Award por su labor como instructor.
Igualmente, Concacaf lo galardonó, induciéndolo al Salón de la Fama.
Con el silbato en la
mano
Nacido en Perú el 11
de mayo de 1929, Don Arturo tuvo desde la infancia una fijación con el balompié
que lo llevó a alejarse de ser seminarista e internarse en la persecución de la
de gajos, algo tradicional en casi todo el continente americano.
Se inclinó por el
arbitraje y su decisión fue la correcta, participó en tres Copas del Mundo como
silbante, en los cuales dejó muestra de su personalidad y pleno conocimiento de
las reglas.
En Chile 62 no dejó
que la figura de Garrincha pesara en su decisión y lo expulsó en el juego de
Chile contra Brasil, también pitó en Inglaterra 66, pero fue en México 70 dónde
pasaría a la historia al formar parte de lo que después se llamó El Juego del
Siglo.
Fue Guillermo Cañedo
quien lo trajo a suelo mexicano en 1968, en la cúspide de su carrera arbitral y
que se coronaría dos años después en la semifinal del Mundial de Futbol de la
FIFA México 1970.
Ante más de 86 mil
espectadores, el 17 de junio de 1970, Don Arturo Yamasaki saltó a la cancha
acompañando a dos de los equipos más poderosos que han existido en la historia
del futbol: la Selección de Italia (con Luigi Riva, Gianni Rivera, Enrico
Albertosi, Giacinto Facchetti, Alessandro Mazzola y Roberto Boninsegna), en contra
de la Selección de Alemania (que contaba con elementos como Franz Beckenbauer,
Gerd Müller, Sepp Maier, Uwe Seeler, Karl-Heinz Schnellinger, Wolfgang Overath
y Berti Vogts).
Todas esas figuras de
talla internacional fueron supervisadas por Don Arturo en un partido que
demostró por qué el futbol es mágico y apasionado.
El hombre de negro
llevó las acciones de un empate de alarido en el último minuto del tiempo
corrido, y después los tiempos extras que terminaron con victoria italiana de
cuatro goles a tres en vertiginosa serie de volteretas y la estampa del Kaiser
Beckenbauer con el hombro dislocado utilizando un cabestrillo.
Y justo de ese
encuentro, el Profesor Yamasaki recordó:
“El partido se estaba
desarrollando de manera normal, con un gol tempranero de Italia y así fue hasta
el último minuto en que Alemania empató, para propiciar los tiempos extras.
“Ya en la definición,
se dieron las jugadas que emocionaron a los espectadores, ya que los goles se
fueron sucediendo hasta el marcador final de 4 a 3.
“Algunos aspectos
importantes que señalar, fueron que los alemanes me pedían penal en una falta
que le hicieron a Beckenbahuer, que yo observé que fue fuera del área y así la
sancioné.
“Años después, en un
evento de FIFA, saludé al propio Beckenbahuer y aceptó que la falta había sido
fuera del área.
“En toda la historia,
no he vuelto a ver la entrega y calidad de jugadores como los que me tocó
dirigir en ese memorable partido”.
Don Arturo se retiró
en 1975 y comenzó su andar en la enseñanza de las reglas que tanto amó y
comprendió; Yamasaki fue desde entonces Instructor de los Árbitros Mexicanos,
fue Presidente de la Comisión de Árbitros y Asesor de la Federación Mexicana de
Fútbol.
Su amor por el
arbitraje lo llevó a editar el libro Las Reglas del Futbol Ilustradas obra en
la que Don Arturo ofreció con toda su sapiencia y cariño a este deporte; su
intención fue desglosar cada una de las reglas para su entera comprensión a
todo aquel que desee conocer más del fútbol.
Es de este libro que se desprenden infinidad
de anécdotas que vivió el profesor y de su andar dentro y fuera de las canchas,
como la siguiente que involucra a un jugador peruano llamado Roberto Tito
Drago, quien era un acérrimo aficionado de las carreras de caballos:
“Su equipo, el
Deportivo Municipal jugaba ese domingo el partido estelar que iniciaba a las
15:30 hrs. y la salida oficial del Clásico de las Américas estaba marcada para
las 17:00 hrs.
“Desde que inició el
partido, Drago empezó a buscar la manera de que lo expulsara para poder llegar
a tiempo al hipódromo.
“Más o menos a los 20
minutos, y a una de las tantas reclamaciones y groserías que me había dicho lo
llamé y le dije, mi señor, ya déjese de estar molestando y comportándose así,
porque no lo voy a expulsar; sabe que… hoy no va a ir a las carreras.
“Su sorpresa fue
grande y su disgusto mayor cuando se enteró que tenía que continuar jugando y
que no iba a ser posible salirse con la suya. Faltando dos minutos para finalizar
el partido y ante la enésima reclamación grosera, lo expulsé, pues calculé que
era imposible que llegara a tiempo al hipódromo”.
En otra anécdota, Don
Arturo contó que una ocasión en 1972, en el Estadio Jalisco, se enfrentaba un
domingo al medio día, las Chivas del Guadalajara y aquel trabuco de la Máquina
del Cruz Azul:
“El Guadalajara se
encontraba en mal momento y era dominado totalmente por la Máquina Celeste, no
sintiendo lo duro si no lo tupido, las Chivas no pasaban de la mitad del medio
campo y se encontraban perdiendo por tres goles a cero.
“En una acción de
juego se me acercó el jugador del conjunto tapatío, Sabás Ponce, y me dijo lo
siguiente: Don Arturito, márquenos un penal por favor.
“Lo único que se me
ocurrió contestarle en ese momento fue, acérquese al área pues, porque a la
mitad del campo esta dificilísimo marcar un penal. No hubo de piña y el
Guadalajara nunca llegó al área”.
Múltiples vivencias
son las que acompañaron los pasos de Don Arturo, quien también participó en el
cine, al lado de Roberto Gómez Bolaños en la cinta El Chanfle.
En una de las escenas
en la cancha del Estadio Azteca, en un partido entre el Club América y el
Atlético, buscando ser expulsado, el Chanfle ingresa sin permiso a la cancha y
le hace gestos al silbante. Don Arturo le indica: “Que te pasa Chanfle, ya
estuvo bueno, ahora sí te expulso. Fuera de la cancha”.